La hija de mi madre ya ha sufrio lo que se le tenía designao

y una se quiere un poco, para no autoinmolarse...

martes, 25 de mayo de 2010

Nuestro merecido

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Cuando se trata de aspectos esenciales, recibir se convierte en una cuestión de derechos y no se convierte en un culto al ego. Hay cosas primordiales a las cuales no podemos renunciar porque son imprescindibles para la supervivencia psicológica.
El merecimiento no siempre es egolatría, sino dignidad. (W.Riso)


Hay cosas que nos merecemos, cuando uno se quiere y se valora un poco, esto es claro. Hay cosas que nos merecemos y punto. A veces ocurre que cosas que deberían ser obvias y caerse por su propio peso, ni para el otro son tan obvias ni se cuenta con el alma que requiere el peso.
La verdad, muchas veces en la vida cuesta que nos den nuestro merecido.
Pero pienso que hay tres cosas que podemos hacer antes estas circunstancias, en el amor, en el trabajo, en la gasolinera de la A6:

Pienso en la generosidad, en dar primero.
También pienso en dar ejemplo, si soy cariñosa, serán tiernos, si soy buena, será bueno...
Y luego está el amor incondicional, el no querer sólo una parte y dar, dar cuando nos es fácil, pilotar bien en la tormenta.

Eso sí, si realizando estos ejercicios de valentía y maestría, seguimos siendo vapuleadas, ninguneadas, no valoradas, mal tratadas, semi-usadas o en definitiva, mal queridas, pues mira chica, hay que irse.
Nos queremos, nos respetamos, nos valoramos y nos vamos, porque hay cosas que sí nos merecemos y San se acabao.




SilviNa...


Mua.



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