La hija de mi madre ya ha sufrio lo que se le tenía designao

y una se quiere un poco, para no autoinmolarse...

domingo, 27 de junio de 2010

Las mujeres que aman demasiado

...


Una relación adictiva dismuninuye la capacidad de una persona para prestar atención a otros aspectos de su vida y para ocuparse de los mismos.
Usamos nuestra obsesión con los hombres que amamos para evitar nuestro dolor, nuestro vacio, miedo y furia. Y samos nuestras relaciones como drogas, para evitar lo que sentiríamos si nos ocupáramos de nosotras mismas. Cuanto más dolorosas son nuestras interacciones con nuestro hombre, mayor es la distracción que nos proporcionan.
No tener un hombre en quien concentrarnos es como suspender el consumo de una droga, a menudo con muchos de los síntomas físicos y emocionales que acompañan la verdadera suspensión de una droga.
En un esfuerzo por aliviar estos síntomas, volvemos a nuestra última pareja o buscamos una nueva con desesperación.





...

domingo, 13 de junio de 2010

Coraje

Esta semana mi cabeza y mis manos abiertas y desgarradoras se han centrado en el Coraje. He estado pensando en el coraje. Quizá está sea la definición que más me gusta: Impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo. Fe, voluntad para hacer algo o realizar un cambio en la vida. Yo agregaría: con los dientes y el corazón. Además la palabra coraje deriva de "cor" en latín.

Joder, Rilke dijo: Convierte tu muro en un peldaño.

Ibsen dijo: ¡Qué coraje hace falta en determinados momentos para elegir la vida!

Y esto es así. Podemos llorar por la suerte que hemos tenido, por las cosas que no nos mereciamos, porque no pasó nada de lo que queríamos. Pero mire usted, tuvo coraje? Tengo coraje? Hay veces que el camino no es sólo uno y en frente de nosotros hay varias posibilidades de camino y que harán el camino. No ser honestos con los límites y fronteras personales hace que sintamos confundidos, inválidos y deprimidos.

Y justo primero se me presentó el tema. Empezé a pensar en él porque había aparecido y me sentí imantada por él, y luego chica, pues eso, me toca ponerme manos a la obra.
Hay veces que toca apretar los dientes y empuñar el corazón frente al miedo.
El coraje es un empuje vertical y hacia arriba, que nos da peso, el peso de una vida que merece ser vivida porque hace que nos respetemos. Esto es lo que pienso hoy del coraje.
Más adelante, cuando lo haya puesto más en práctica, cuando haya ello de él y para mi un peldaño, os contaré más.

Pero la oportunidad del coraje es algo de lo que no me pienso escapar, porque yo lo valgo, por que lo valemos, carajo.


Besísimo.


...

sábado, 5 de junio de 2010

Cartas manuscritas

...


Resumiría tantas cosas diciendo: SOY MÁS DE ESCRIBIR UNA CARTA.

Mire usted, quiero no ser moderna, quiero conservar el momento de juntarnos y pararnos y escribir una carta una nota.
De pequeña mi madre nos dejaba notas cuando se iba a trabajar, y las leía antes de irte al cole. Cuando volvíamos del cole si mi hermana se iba, o yo, o lo que pasara, dejábamos una nota a mi madre. Jessi, te acuerdas de las notas de mama? Jo, el recuerdo es gracioso y emotivo, no dirás que no. Te quiero. Y te quise más cuando empezé a comprenderte más, después de una carta que me escribieras.
Y luego están las cartas. Joder, hay ciertas cartas que deberíamos escribir. No meil, no mensaje de movil. Cartas que deberían llegar. Cartas que tendríamos que sentarnos a escribir. Además, que quies que te diga, lo de ver la carta en el buzón y la manera maravillosa que tenemos todos de sacarla, ya es algo portentoso en este mundo de ilusiones perdidas. Fast food. La propaganda se saca de otra manera del buzón y lo sabes. Pero las cartas, se tratan de una manera delicada desde el mismísimo primer contacto visual. Y te llevas la carta y la miras en el ascensor. L a miras y le das la vuelta. Y cuando llegas a casa, la abres. Y el mundo se para porque estás leyendo una carta.
A qué no sabes ya cuanto vale un sello? Pues muy mal. Yo tampoco. De pequeña lo sabía. 20, 25 pesetas. Me acuerdo especialmente de los que costaban 27 pelas, rosaditos con la cara del Juancar.


En fin, deseo que te lleguen muchas cartas. Y que empezemos a escribirlas. Aunque más bien tendría que decir: deberíamos seguir mandando cartas. Porque tú y yo hemos escrito algunas cartas que nos han hecho mejores.

Se pierde vigencia. Puedes escribir algo y que después de cuatro días que tarda en llegar, ya no sirva, ya no sea así. Pero mire usted, o tenemos sentimientos de paso, nada sólidos o no nos jugamos enteros y nada más jugamos. Y además, está el tiempo de esperar la llegada de una carta, algo hermoso que hemos perdido. Yo entiendo que todo avanza. Lo que pasa es que hay cosas que a mí me parecen retroceso.
Y hay tantas cosas que deberíamos decirnos por carta, para decirnoslas y porque las encontraremos en una caja cuando pase el tiempo. Y puede que lo dicho no tenga vigencia a los cuatro días, pero con el paso de los años, sí, siempre la tiene. Siempre las tienes. Y ayuda a que nos tengamos.

Además puedes abrazarlas, acariciarlas, mojarlas, perderlas, encontrarlas, olvidarlas, romperlas y pegarlas.


Hay personas que limpian el aire cuando pasan, y cartas que hacen más ancho el espacio, el tiempo y el frio de la muerte.




Un beso.


...