La hija de mi madre ya ha sufrio lo que se le tenía designao

y una se quiere un poco, para no autoinmolarse...

martes, 9 de marzo de 2010

El primer día del resto de mi vida

...




Aqui ha tocao sufrir, y se ha sufrio. Y nada de medias tintas, mire usted. Una ha sufrido como la que más, con toas las letras. Se ha aullado de dolor, se ha llorado con lagrimas, y cuando las lágrimas han dicho "mira chata, hasta aquí", se ha seguio llorando en plena oscuridad y a pleno pulmón. Una se ha incado de rodillas en el suelo como una asalvajá, y se ha dao friegas y restregones contra las paredes pa ver si el daño podía hacer que el dolor no fuese tan espabilaó ni tan acaparador y así, haciendo que el cuerpo se encarnizara, se pudiera sentir una alguna cosa y que las coordenadas de la descoordinada que les habla, pudieran concordar y coordinarse, todavía.

Y hoy que ya he podido dormir, y comer, y hacer los recaos pa que la casa siga pareciendo un hogar decente y adecentado, hasta doy las gracias por lo que yo creí que era la peor de mis desgracias.

Me alegro de haber llorao más que la magdalena, y de estar más triste que Heidi en franfur, y me alegro de haber sufrio de verdad, COMO UNA PERRA, pa decir hoy muy lozana y muy garbosa, qué olé el regalo que me ha hecho la vida. La que viste y calza, pensaba que todo era una verbena y que si un hombre se va, aparecen de una patada, cinco, seis o veintisiete. Pues mire usted, todo no es jauja y el dolor, duele. Y duele independientemente de los hombres que se vayan o se queden, que eso es lo de menos, cuando ya se ha sio llamado a la tragedia.

Así que ahora una va con más conocimiento y más mesura y más resolución y más templanza. Entiendo mejor a la del tercero, que dicen que está loca porque se pone a llorar, sin miramientos, donde le viene el llanto; y que el pescadero despache con tan mala leche, el pobre mío; y ahora celebro, y me parece justo y sano, que a cada espabilao le llegue su San Martín.

Por mi parte, sin truñir al personal y pa que el cuento no sea tan fatigante, diré que el sufrir se va acabar. Qué si señora, que la hija de mi madre ya ha sufrio bastante como pa saber que es eso. Y de ahora en adelante, es electora del bando de los que no saben tanto, ni tienen tantos beneficios, pero sonríen comiendo chocolate con porras. Lo siento, por los churros no paso.


Y sin tanto atacamiento ni desespero, que total, siempre se van a reír de una, mientras no nos defendamos con una sonrisa.

...