...
Hoy es domingo y no estamos en el hospital. He cojigo la moto todos los días de la semana, he vuelto de Lisboa hace unos días en bote y no me ha pasado nada. Todo es un milagro, no? Esta mañana he sangrado un poco no sé porqué o qué significa. Nada, creo, confío. Pero imagina que la cosa fuera a peor, habría disfrutado de los domingos y de cada día y de cada maravilla que es comprar el pan o besarte con lengua, ganas, olor y esperanza. Habría disfrutado del olor de la casa de mis padres cuando regreso o de las frases que canto y que se han creado para acompañarnos y ayudarnos antes de la despedida de nuestro cuerpo amado o no o a veces. Entre todas las demás cosas como esperar un semáforo, por ejemplo.
Creo que voy a comer carne. Y voy a pedir vino tinto, porque hoy, como ayer, una vez más, es otro regalo, otra maravilla.
...